En los hogares de Chiantla, Huehuetenango, la electricidad ha encendido una luz de esperanza que ilumina sueños y aspiraciones. Los habitantes de cuatro comunidades que no tenían energía eléctrica ahora se benefician con nuestro Programa de Electrificación Rural.
Más de 1,390 guatemaltecos de las comunidades de Chiquihuites, Huitón Grande, Culchemal y Los Positos que antes vivían bajo la penumbra de las velas y lámparas de gas, ya pueden encender una bombilla, cargar un celular o ver televisión.
La electrificación ha mejorado su calidad de vida, ha fortalecido sus comunidades y ha abierto el camino hacia un futuro más próspero. Los cambios en las familias son testimonio del poder de la energía para transformar vidas y construir un país con oportunidades de desarrollo para todos.
La electrificación en más que un proyecto, es una inversión de Q4 millones para fortalecer el bienestar de las familias.
¡Trabajamos para llevar un servicio de calidad!